Suiza
es un pequeño país perteneciente a Europa Occidental, que fue
transformándose durante siglos de una confederación, en un Estado federal más centralizado.
En
1798 el ejército de Napoleón invadió Suiza imponiendo una nueva
Confederación en la que todos los cantones eran iguales entre sí.
Cuando
Suiza fue incorporada a la influencia francesa, se vio envuelta en
numerosos conflictos desencadenados en Europa, en los que austríacos
y rusos se enfrentaban en constantes guerras con los franceses. Fue
así, con el apoyo de Francia como nació la República Helvética,
basada en el modelo francés de república parlamentaria centralista,
cuya soberanía radicaba en el pueblo.
Estos
hechos desencadenaron una guerra civil entre federalistas y
centralistas. Napoleón actuó de inmediato con el objetivo de
establecer la paz entre ambas partes; por lo que en 1803 se declara
el “Acta de Mediación” mediante el cual se restauró el antiguo
sistema cantonal, ya que la república Helvética era inviable.
Tras
la derrota de napoleón, en 1815 se celebró el Congreso de Viena , en
el que Suiza fue reconocido Estado neutral e independiente esencial
para el equilibrio europeo.
De
1815 a 1848 liberales y conservadores discutían acerca de la
estructura Suiza posteriormente a la Revolución francesa. Así se
estableció una nueva Constitución y un nuevo Estado federal. Suiza
paso de ser una República unitaria a una Constitución Federal, que
situó a Suiza como un Estado neutral además, significó la victoria
definitiva del liberalismo en Suiza.
En
1914 se produce la Primera Guerra Mundial, pero al igual que en la
Segunda Guerra Mundial, Suiza se mantuvo al margen siendo un país
neutral.
Posteriormente
a la Segunda Guerra mundial, Suiza se estableció como uno de los
mejores jugadores de los mercados globales, esto se debe a el
desarrollo económico tan grande que obtuvo, junto con el progreso
técnico, la construcción de maquinaria avanzada, etc.
Con
la colaboración de los cuatro partidos: Conservadores, Liberales,
Demócratas Sociales y el Partido Popular, se incrementaron tanto la
productividad como la prosperidad para todos los habitantes del país.
Haciendo
referencia al informe económico propuesto como ejercicio de clase en
historia económica, cabe destacar que por razones como las
anteriormente expuestas, Suiza se sitúa como el país con mayor PIB
per cápita de Europa Occidental; aunque un factor muy influyente
aquí es el reducido tamaño del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario