Este
libro se titula ¿por qué Europa conquistó el mundo? Y fue escrito
por Philip T. Hoffman, un profesor de economía empresarial e
historia del Instituto de Tecnología de California.
El
autor introduce el libro efectuando una pregunta a los lectores,
remontándonos al año 900, dónde escogeríamos vivir y por qué
razones evitaríamos elegir Europa, por el simple hecho de que hay
zonas más ricas que ésta; sin embargo, ¿por qué fueron los
europeos los que acabaron subyugando el mundo?
La
respuesta principal a la pregunta es el desarrollo de la tecnología
de la pólvora (sustenta las bases del libro), además de ésta
encontramos las enfermedades, ya que habían sido expuestos a éstas
anteriormente, por lo que poseían inmunidad frente a otros, y el
avance en métodos de organización, tácticas y estrategias.
Los
europeos poseían una peculiar forma de competición militar, lo que
favorecía las constantes innovaciones militares y el desarrollo
tecnológico.
En
esa época la guerra se veía como una forma de progresar; la mayoría
de los presupuestos de los gobiernos eran destinados al estamento
militar.
Para
explicar todos los acontecimientos anteriores, el autor plantea un
modelo de competición, mediante el cuál podemos comprobar por qué
fue Europa y no otro, el que conquistó el mundo. Dicho modelo expone
cuatro condiciones:
- Tienen que darse situaciones de guerra a menudo. Por lo que los gobernantes deben afrontar costes políticos para movilizar recursos y deben combatir por el premio.
- Los gobernantes deben invertir grandes sumas de dinero en las guerras. Además el premio ha de ser valioso y los costes de movilizar recursos tienen que ser bajos.
- Deben emplear principalmente la tecnología de la pólvora y no tecnologías militares más antiguas.
- Y por último, deben afrontar pocos obstáculos para adoptar las innovaciones militares.
En
Europa durante la Baja Edad Media y principios de la edad moderna se
cumplieron todas las condiciones, Hoffman además se centra en China,
Japón, India, Rusia y el imperio otomano para realizar una
comparación:
- China: la diferencia principal con respecto a este país era el tipo de enemigo. Se enfrentaban a los nómadas, por lo que el empleo de armas de fuego no era necesario, utilizaban otras antiguas como los arqueros a caballo. Además en esa época los emperadores chinos gastaban menos dinero en la guerra que los europeos.
- Japón: su modelo de competición podría haberles llevado a un gran avance en la tecnología de la pólvora, pero la gran inestabilidad política interna, ocasionaba unos costes muy elevados, por lo que no era aconsejable la guerra en el exterior.
- India: es el ejemplo más evidente de que a pesar de que la guerra sea continuada, no basta para que se produzca el avance en la tecnología. A diferencia de Europa, éste poseía uno costes de movilizar recursos altos y demasiados conflictos internos.
- Rusia y el imperio otomano: al igual que en China, su principal problema eran las guerras contra los nómadas.
A
demás del cumplimiento de las cuatro condiciones del modelo, junto
con la cristianidad (victoria de los europeos frente a los enemigos
de la fe), la historia política fue la causa principal de la
fragmentación política que llevó a Europa a dominar el mundo.
Como
consecuencia a dicha fragmentación se produjo la privatización, es
decir, el empleo de iniciativas militares privadas, con el objetivo
de financiar guerras y proporcionar ejércitos para combatir.
En
el resto de Eurasia, no se produjo la fragmentación ni la
privatización, porque poseían líderes supremos y su objetivo
principal era la unificación de sus territorios.
Después
de 1815 las guerras que asolaron Europa desaparecieron y el
continente pudo disfrutar de una paz armada respaldada por un
constante gasto militar. A pesar de ello, la tecnología militar
siguió avanzando, pero en lugar de hacerlo mediante la práctica, lo
hizo por medio de la investigación y el desarrollo,y las reformas
políticas y administrativas.
Tras
la Primera Guerra Mundial, las posesiones de Europa fueron
desapareciendo. Y a finales del siglo XX llegaron a su fin.
Posteriormente
a la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión Soviética se
forjaron como las principales potencias, que mediante la guerra fría
sacaron a los Europeos de la carrera armamentística en la que se
encontraban. Y así fue como el liderazgo europeo en el mundo se
terminó, quedaron a la sombra de las dos nuevas superpotencias por
no entrar en una guerra que le hubiese ocasionado más desastres que
mejoras.
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